En 1968, Dick Fosbury batió el record olímpico de salto y ganó el oro con una novedosa técnica de salto. Hasta entonces, todos los atletas usaban la tijera o rodillo para saltar llegando al límite de lo posible. Fosbury rompió el límite y demostró que se podía hacer mejor.
También hace años se consideraba imposible par el ser humano correr 100m. en menos de 10 segundos. Pues bien, hoy el record del mundo está en 9''58 y se preveé que pueda llegar a 9''40 en los próximos años.
Algo es imposible de mejorar hasta que llega alguien y lo hace.
Hoy tenemos en Cantabria el ejemplo de Ruth Beitia, una atleta que ha demostrado que con ilusión, esfuerzo y dedicación se puede conseguir llegar a lo más alto.
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